domingo, 3 de marzo de 2013

La laguna de Xico en Valle de Chalco Solidaridad.


Laguna de Xico y ganado de la localidad.


XICTLI


XICTLI
Hace dos semanas caminaba cerro arriba en el pueblo de San Miguel Xico, desde ahí me detenía a ratos y contemplaba las ruinas de la Troje de la Ex Hacienda de San Juan que se localiza en el Municipio de Valle de Chalco Solidaridad en el Estado de México, un municipio relativamente joven, surgido como resultado de las emigraciones del DF  hacia las afueras de la Ciudad en la década de los setentas del siglo pasado.
Al llegar a la Parroquia de San Miguel miré hacia mi derecha y observé las lagunas que bordean la carretera Chalco-Tláhuac y me transporté a la época de las chinampas y canales de la época prehispánica, cuando los chalcas surcaban las aguas en canoas para llevar sus productos y comerciar en Tenochtitlan, de repente imaginé que era yo quien remaba y dirigía una de las canoas y que llevaba un cargamento de peces, moscos, patos, maíz, casi percibía el olor de los humedales, de la tierra siempre mojada y productiva de las chinampas.
Súbitamente me despertó el silbato del tren que ocasionalmente pasa con destino a Cuautla y me pareció verlo pletórico de revolucionarios zapatistas que se habían levantado en armas contra el hacendado de la región, Íñigo Noriega,  aquel próspero pero ecocida español que disecó los lagos y convirtió ésta zona en una gran cuenca lechera que abasteció por décadas  a la Ciudad de México a principios del siglo pasado.
Recordé mi paso por el pueblo y observé los paredones de las casas de los campesinos que aun se levantan combativos al tiempo. La hacienda de Íñigo aún se yergue altiva aunque ahora contiene el tesoro del museo comunitario, un proyecto social iniciado por Don Genaro Amaro y secundado por una población con sentido de pertenencia.
Tras largos suspiros comencé la subida al volcán para llegar al cráter, el Xictli era en ésta ocasión mi objetivo, quería también contemplar los majestuosos volcanes que cotidianamente nos recuerdan nuestro glorioso pasado lleno de leyendas e historias que nos enorgullecen. Repentinamente dí un traspié y alcancé a meter las manos antes de caer de bruces al suelo y frente a mi nariz quedó, a tan solo 5 centímetros, brillante, negra y filosa la punta de una flecha de obsidiana, 10 centímetros de una hermosa pieza. Recordé que hace aproximadamente 15 años encontramos la rótula de un mamut  y muchas puntas de flecha que seguramente fueron las armas empleadas por los habitantes prehistóricos de mi querido Valle, casi escuchaba los sonidos emitidos por el mamut luchando por su vida y tratando de huir de sus hambrientos, temerosos pero organizados cazadores.
Continué mi marcha y pude llegar a lo mas alto, imaginé la expresión de admiración y sorpresa de Hernán Cortés desde los volcanes ante la vista de las lagunas y la Ciudad imperial mexica, mas suspiros.
Comencé mi descenso hacia el Xictli, cuenta la leyenda que Ce Acatl Topiltzin en su huida por la ofensa realizada a la doncella tolteca, buscó refugio aquí, en el ombligo y cuando sus enemigos se hubieron marchado, él dirigió sus pasos hacia Veracruz y prometió su regreso, lo imaginé pasando por la cueva del diablo, tristemente grafiteada ahora, o aquella con molcajetes rústicos dentro de la cueva, bebiendo del único ojo de agua en donde los campesinos mitigan su sed cuando realizan su labor campirana,  tal vez Quetzalcóatl descansó su cuerpo ahí antes de proseguir su camino.
Repentinamente las risas infantiles me volvieron a la realidad, eran familias que atravesaban el cerro hacia la visita anual de sus muertos en el panteón municipal, ya se escuchaba la música norteña de banda y mariachi en una de las festividades religiosas más importantes que subsiste en México, Día de Muertos el sincretismo cultural en su máximo esplendor, feria de colores y aromas, no en balde 45 de las 65 lenguas mexicanas se hablan en Valle de Chalco Solidaridad sin ser como tal un Municipio antiguo, tan solo 18 años de riqueza y aunque afortunadamente ya se han escrito y publicado textos, falta mucho por hacer para seguir fortaleciendo el orgullo vallechalquense, Nicolás Guillén, Sonia Torres, Genaro Amaro, Jaime Noyola, Ramón Montalvo, Sergio Tinoco, Theresa Alves, son algunos de los autores que han documentado y difundido desde sus respetables perspectivas algunos segmentos fundamentales de la historia de los territorios que hoy ocupa el Municipio.
Valle de Chalco Solidaridad con sus 35 colonias, sus universidades, sus estudiantes, sus maestros, sus mujeres y sus hombres, tiene historia que contar desde todos los ángulos, tiene historia sepultada por los malos oficios de algunas administraciones, tiene historia viva entre su gente, patrimonio histórico, patrimonio ecológico, patrimonio cultural para ser presumido ante el mundo, hablemos también de ello, de lo positivo.
¡¡¡FELIZ ANIVERSARIO VECINOS… MUCHO POR HACER… CADA QUIEN DESDE SU TRINCHERA!!!